El argentino dejaba claro que no está aquí para tener contento a nadie, y ponía la guinda a ese discurso volviendo a insistir en que cambiaría a Messi las veces que hiciera falta, si creía que así le cuidaba de lesiones. La llegada de Martino, compatriota y rosarino como el diez blaugrana, hizo pensar que el clan Messi había escogido a dedo un entrenador que dijera a todo que sí, y que comulgara con ruedas de molino. Pero no, ni títeres ni colegueo, resulta que el Tata es el entrenador que más está sacando del campo a Messi... No ha pasado ni una semana y Leo ha vuelto a lesionarse. Ignoro si Martino tiene dotes de vidente o si últimamente se junta con Marty McFly, pero el tio la ha clavado. Igual es que hasta sabe lo que está haciendo, aunque alguno le eche a los leones por dos pelotazos.
Lo más preocupante es la repitición en las lesiones de Messi, que se pasó cuatro años libre de lesiones musculares y ahora lleva tres en seis meses. Es lógico que al jugarlo todo durante años el cuerpo de Messi haya dicho basta, y el año de mundial es probablemente el peor para entrar en una dinámica de mírame y no me toques. La lesión le puede tener hasta tres semanas fuera de combate, pero gracias al parón por selecciones podría perderse sólo dos partidos, y si nos fiamos de los antecedentes en los partes médicos del Barça, igual hasta se pierde sólo uno. Cristiano se queda como único bicho sano para las próximas jornadas, enfrentándose a Levante y Málaga, y presumiblemente teniendo más chances que contra un Atlético que le dejó seco. En tres jornadas tendremos clásico y podremos ver a los bichos frente a frente, si no pasa nada raro con Leo.
