La que fuera una de las reconversiones más interesantes de la temporada pasada, pasando de formar una pareja de supercarrileros con Jordi Alba a ser central insustituible de los ché, parece que con Djukic pasa a un segundo plano. La pareja formada por Ramí y Ricardo Costa ha sido la elegida sin excepciones en las tres jornadas, y Mathieu no ha tenido ni la oportunidad de recuperar la titularidad en un puesto que le valió para estar en la agenda del Barça este verano. Un verano que el francés pasó actuando de central, excepto los últimos amistosos en los que Djukic empezó a ensayar con los actuales titulares.
Quizá el interés del Barça le nubló la mente, porque tras no jugar en la primera jornada se pegó una rajada histórica diciendo que si no jugaba titular se iba. Toma ya. Y además que prefería jugar de central y nunca más de lateral. Toma ya. El problema es que estaba sancionado de la temporada pasada (...). El resultado: Djukic le pone de titular la siguiente jornada... de lateral. En las postrimerías del partido Mathieu se da un golpe y Guardado le sustituye, y para la siguiente jornada el mexicano ensaya durante la semana y entra al equipo como titular. Djukic no se anda por las ramas, no.
Un inicio de temporada muy turbio para el francés, que puede ver como se le hace imposible entrar en la engrasada pareja de centrales, y a la vez como tiene no uno, si no hasta dos rivales para el puesto de lateral que le ofrece Djukic. A dar la nota, con el serbio lo tiene perdido. Si en cambio se pone a trabajar y a ganarse el puesto, le puede llegar su oportunidad.
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